Arquivo da tag: historia

Peregrinando al encuentro de si Mismo – Guy Veloso

Em português neste link

 

PEREGRINANDO AL ENCUENTRO DE SI MISMO

 

Guy Veloso

Escritor y fotógrafo (autor de Via Láctea – Pelos Caminos de Santiago de Compostela).

Texto registrado el la Biblioteca Nacional.  www.guyveloso.com

 

Fue en el año 1993, tenía 23 años y -como todos decían- “una vida entera por delante”. Recién terminada mi carrera de Derecho y antes de ejercer la profesión, deseaba vivir una gran aventura: imitar los pasos de los peregrinos medievales cruzando a pie España de punta a punta hasta la ciudad de Santiago de Compostela, donde se cree está sepultado Santiago uno de los doce apóstoles de Jesús. Era un viaje misterioso de 800 kilómetros que duraría poco más de un mes. Sería un tiempo para pensar en aquella “vida entera” que estaba por venir  ya terminada la universidad.

Comencé con pasos torpes en una mañana lluviosa desde una pequeña ciudad francesa, Saint-Jean-Pied-de-Port, bien cerca de la frontera con España. Era bastante radical para mi edad: debía terminar el trayecto, siempre caminando, a partir de los Pirineos franceses y sin ceder nunca a la tentación de que alguien me llevará. Llegar al final en aquellos momentos era una cuestión de honor, casi una obsesión, pero también, un premio, un trofeo.

Tardé unos días en adaptarme a la rutina. Recuerdo caminar el día entero a una media de 25 kilómetros por día. Pasar por decenas de pueblos perdidos en el tiempo, con sus  magníficos monumentos, catedrales y castillos. En la mochila, llevaba siempre una cantimplora con agua y algunas frutas, cuyas semillas lanzaba a los lados del camino. Imaginaba que algún día, allí podría crecer un manzano, un naranjo o una vid, quién sabe. Soñaba que en el futuro, el árbol que creciera, podría alimentar a otro peregrino de paso por este mismo camino.

Dormía en albergues especiales esparcidos por toda la ruta. Otras veces me hospedaba en monasterios y colegios católicos. Eran locales sencillos, inclusive rústicos, pero con todo lo que alguien con hambre y extremadamente cansado puede necesitar para transformar aquel lugar en el Palacio del Marajá de Jodhpour. No existía división de clases ni nacionalidades. Todos teníamos los mismos objetivos, pasábamos por los mismos dolores, ampollas, tendinitis, cansancio y ansiedad

En el Camino de Santiago, nos encontramos con nuestros horizontes pero también con nuestras fronteras. Descubrimos pequeñas cosas que no notamos en nuestra vida cotidiana. Vemos el valor de un vaso de agua por haber pasado sed o de un pedazo de pan por haber pasado hambre. El valor de una sonrisa, de una palabra de ánimo. En él nos encontramos con nuestros miedos y vanidades. Es una experiencia donde nos perdemos para encontramos.

Entré en la ciudad de Santiago un martes a las 11:15 del 13 de julio del año 1993. Me acuerdo como si fuera hoy de mi júbilo al ver, por primera vez, las torres de piedra de la inmensa Catedral, donde el trayecto termina. Durante mis últimos pasos en el Camino de Santiago, me di cuenta que lo mejor ya había pasado. “Que llegar” era apenas un detalle. Que el camino que  quedo atrás –junto con sus experiencias- era el verdadero trofeo, aquel que  guardaré para el resto de mi vida.

Desde entonces hasta hoy en día, intente aprovechar esta experiencia personal para el futuro, y  así como escribí estas líneas, como los centenares de fotos que tome,  como las semillas que lancé al camino, quien sabe, germinarán, crecerán y un día alimentarán a otro peregrino que -como yo- cruzo aquellos campos mágicos. En cualquier caso habrá valido la pena. Y mucho.

 

Guy Veloso és fotógrafo y escritor.

Deixe um comentário

Arquivado em Caminho de Santiago